Hola, hola mis queridos Pretty Little Readers! ✨💛hace poco fue mi cumple y he decidido aprovechar y contar algo que tenía guardado desde hacía tiempo (quise contarlo ese mismo día, pero tenía tanto que decir para el tiempo del que disponía, que tuve retrasar el día de publicación de la entrada 😅).
También me he decidido por abrirme más a vosotros y quitarme un poco de carga con respecto a mi experiencia literaria. Además, que a lo mejor a todos los que le interesa publicar un libro quizás les ayude.
Porque lo sé, la gente que tiene pasión por compartir su arte tiene muchas complicaciones a la hora de exponerse al mundo y...en determinadas cuentas...uno se lleva bastantes chascos.
Ya sea porque unos se aprovecharon de tus ilusiones y te timaron o porque quieres emprender el viaje sólo y te está costando bastante llegar al público, ya que, hoy en día el número de seguidores influye más que el valor de lo escrito en sí (menos mal que no siempre es el caso, pero digamos que si no eres "famosillo" te va a costar para rato hacerte conocido").
Por lo que...Estamos en las mismas, ¿no, amigo mío?
Bueno, cada uno es un caso diferente, pero parece ser que muchos de nosotros hemos tenido experiencias similares, al menos, de toda la gente que conozco estamos más o menos así.
El caso es que mi primera experiencia literaria fue con Sinergias Editorial, una que lo más seguro es que ni os suene ni os sonará en la vida porque cerró hace pocos meses.
En un principio, ilusionada de la vida por publicar mi primer libro, me cegué ante todos los errores cometidos por esta. Además de poder haber publicado un segundo.
Sin embargo, a la hora de publicar el segundo, hubo tantos errores que no pude evitar fijarme en ellos y darme cuenta de determinados aspectos que me disgustaban de la editorial y no me atrevía a decir en un primer momento.
Tales como algunos errores gramaticales, expresiones (que muchos de mis lectores me decían que no llegaban a comprender como "no te empanas"), además que conforme más expresaba mis dudas, más me daba cuenta de que pasaban de mí y de lo poco profesional que resultaba el trato; que detrás de esos "cariño" amigables escondían una indiferencia y un pasotismo sin igual.
Sí, así de cómico me ha salido la frase ajajaja, en fin.
Que lo que pareció un sueño me resultó al final ser una pesadilla porque, pensé que no tendría más oportunidades en el mundo editorial y que no podría salir de ella. Además, que mis libros no podrían ser publicados de nuevo por otras vías y el sentimiento de impotencia crecía más y más conforme veía que no era respetada y que, por tanto, nunca lo sería.
Sí, bueno, esto aguarda más tema psicológico de lo que parece. De hecho, parece que hablo de una relación tóxica, algo que sinceramente no sé si reír o llorar, pero bueno.
Tuve la suerte de que cerrara (sin avisarnos de que tenía la editora la idea de hacerlo antes de tomar dicha decisión) y que al fin cobrara. Porque, aunque ya podía cobrar porque el periodo de tiempo para que pudiera hacerlo por ambos libros ya hubiera empezado; no había recibido *con perdón* ni un puto duro.
Y lo digo así, con rabia porque aquella mujer (sólo lo dirigía una mujer y a penas un chico cuya existencia en la editorial fue tan dudosa como turbia) no sólo tenía la intención de no pagarme sino que, encima cuando llegó la hora de la transferencia sólo quería darme dos miseros euros, sabiendo que yo había vendido mucho más que eso.
Por lo que, como si no fueran pocas las veces que tuve que ir detrás de ella para que me diera lo que consideraba que realmente mereciera, tuve que también exigir los beneficios que me merecía pidiéndole unas estadísticas donde expusieran de forma empírica el número de ventas (información que me tuvo oculta hasta el final de la editorial).
Y me diréis, ¿quién es ese hombre del que decías que tenía una presencia un tanto turbia en la editorial? Bueno que, vimos los escritores de la editorial que nuestros libros eran revendidos en otras webs de forma internacional cuya dirección se sospechaba que provenía de Londres (de donde se decía que residía él) y que, cuyas ventas no se nos fueron comentadas en ningún momento.
Sino que lo descubrí yo por casualidad navegando por la red. Lo más curioso es que, al cerrar la editorial desaparecieron todas esas "reventas" que encima vendían nuestros libros por mucho más valor que por los que lo vendían en la web de la editorial (había una oferta de mi segundo libro por más de 100 dólares, creo recordar?).
Finalmente, lo peor de todo es que hay gente de mi editorial que no ha podido cobrar ni cobrará jamás gracias a su método de trabajo y poca consideración por su parte. Algo que me indigna porque me he sentido estafada además que mis compañeros (que ahora me resultan un gran apoyo) también lo fueron.
¿Con qué me quedo? Con mis compañeros y la experiencia. Definitivamente. El apoyo que he recibido y recibiré por ellos es de las mejores cosas si no es la que más de la que he sacado de esta experiencia. Son un encanto, de hecho, me siento orgullosa de haber crecido y seguir haciéndolo a su lado. Chicos, si me leéis, OS QUIERO MUCHÍSIMO!!!💓💓💓
De la experiencia me quedo con una mayor precaución a la hora de escoger editorial y con la satisfacción de saber que soy capaz de publicar un libro, además de que en el fondo tengo talento (por desarrollar, pero ahí voy :3).
Y que, el mundillo del arte es caprichoso, que siempre hay un precio a pagar, pero que, me jodan lo que me jodan yo seguiré intentándolo porque, ¡¿qué más da los fracasos que me lleve?! Escribir es mi pasión y por mis ovarios que lo haré. Y punto.
Sí, así de cómico me ha salido la frase ajajaja, en fin.
Que lo que pareció un sueño me resultó al final ser una pesadilla porque, pensé que no tendría más oportunidades en el mundo editorial y que no podría salir de ella. Además, que mis libros no podrían ser publicados de nuevo por otras vías y el sentimiento de impotencia crecía más y más conforme veía que no era respetada y que, por tanto, nunca lo sería.
Sí, bueno, esto aguarda más tema psicológico de lo que parece. De hecho, parece que hablo de una relación tóxica, algo que sinceramente no sé si reír o llorar, pero bueno.
Tuve la suerte de que cerrara (sin avisarnos de que tenía la editora la idea de hacerlo antes de tomar dicha decisión) y que al fin cobrara. Porque, aunque ya podía cobrar porque el periodo de tiempo para que pudiera hacerlo por ambos libros ya hubiera empezado; no había recibido *con perdón* ni un puto duro.
Y lo digo así, con rabia porque aquella mujer (sólo lo dirigía una mujer y a penas un chico cuya existencia en la editorial fue tan dudosa como turbia) no sólo tenía la intención de no pagarme sino que, encima cuando llegó la hora de la transferencia sólo quería darme dos miseros euros, sabiendo que yo había vendido mucho más que eso.
Por lo que, como si no fueran pocas las veces que tuve que ir detrás de ella para que me diera lo que consideraba que realmente mereciera, tuve que también exigir los beneficios que me merecía pidiéndole unas estadísticas donde expusieran de forma empírica el número de ventas (información que me tuvo oculta hasta el final de la editorial).
Y me diréis, ¿quién es ese hombre del que decías que tenía una presencia un tanto turbia en la editorial? Bueno que, vimos los escritores de la editorial que nuestros libros eran revendidos en otras webs de forma internacional cuya dirección se sospechaba que provenía de Londres (de donde se decía que residía él) y que, cuyas ventas no se nos fueron comentadas en ningún momento.
Sino que lo descubrí yo por casualidad navegando por la red. Lo más curioso es que, al cerrar la editorial desaparecieron todas esas "reventas" que encima vendían nuestros libros por mucho más valor que por los que lo vendían en la web de la editorial (había una oferta de mi segundo libro por más de 100 dólares, creo recordar?).
Finalmente, lo peor de todo es que hay gente de mi editorial que no ha podido cobrar ni cobrará jamás gracias a su método de trabajo y poca consideración por su parte. Algo que me indigna porque me he sentido estafada además que mis compañeros (que ahora me resultan un gran apoyo) también lo fueron.
¿Con qué me quedo? Con mis compañeros y la experiencia. Definitivamente. El apoyo que he recibido y recibiré por ellos es de las mejores cosas si no es la que más de la que he sacado de esta experiencia. Son un encanto, de hecho, me siento orgullosa de haber crecido y seguir haciéndolo a su lado. Chicos, si me leéis, OS QUIERO MUCHÍSIMO!!!💓💓💓
De la experiencia me quedo con una mayor precaución a la hora de escoger editorial y con la satisfacción de saber que soy capaz de publicar un libro, además de que en el fondo tengo talento (por desarrollar, pero ahí voy :3).
Y que, el mundillo del arte es caprichoso, que siempre hay un precio a pagar, pero que, me jodan lo que me jodan yo seguiré intentándolo porque, ¡¿qué más da los fracasos que me lleve?! Escribir es mi pasión y por mis ovarios que lo haré. Y punto.
Una vez haber cerrado con un buen (no final, porque este es el principio, no?)... lo que sea, contadme, ¿Cuál fue vuestra primera experiencia en el mundo editorial? ¿os gustó? ¿algún consejo a los principiantes? Os leeré en los comentarios⬇⬇⬇🙊💖 (créditos a quién corresponda la imagen)
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