Dos historias de dos personas que acaban uniéndose y no dejan de tener un lazo fuerte.
Se trata de Mattia, un chico brillante para las matemáticas que se siente culpable de haber perdido a su gemela, Michela. Que nunca fue hallada.
Y Alice, una chica que cojea por un accidente en esquí y tiene trastorno alimenticio (anorexia).
Para mí, algo que destacaría es que es una breve historia que incluye sentimientos un poco complejos, pero fáciles de comprender si de verdad empatizas con los personajes.
Las apariciones de tecnicismos (vocabulario científico) me impresionan y enseñan. Aparece al menos por capítulo una referencia sobre matemáticas. Nunca me ha gustado esa asignatura, pero sí la metáfora que se da a conocer en este libro.
Comenzándolo sufrí un poco, ya que, pasan por experiencias duras y traumáticas. Y pensé en dejarlo, pero tenía ganas de saber hasta dónde quería llegar el autor. A lo largo de la trama se va viendo como van evolucionando estos protagonistas a lo largo de los años y su forma de enfrentar sus conflictos.
El final me pareció un poco triste, pero esperenzador. No lo aclararé, porque no pretendo hacer spoiler. Pero para los que lo leyeron, lo comprenderán seguro.
Los personajes son fuertes, sí, se caen, pero aún así, acaban siguiendo adelante. Su fuerza de voluntad es admirable.
No me esperé nada de este libro, ni siquiera de que me gustara.
Pero no fue así, me resultó rápido y casi lo acabé en el trayecto en coche a Jaén.
Es adictivo y con mensajes que merecen la pena leer e intentar comprender.
Por eso, este es uno de los que más recomendaría.
Es sobre casos que pueden ser perfectamente reales y creíbles. Tiene romance y dramatismo.
Los números primos sólo son exactamente divisibles por uno y sí mismos. Ocupan un sitio en la infinita serie de los números naturales y están, como todos los demás, emparedados entre dos números, aunque ellos más separados entre sí. Son números solitarios, sospechosos, y por eso encantaban a Mattia[...]
Vivían lenta e invisible compenetración de sus respectivos universos, eran como dos astros que gravitasen alrededor del mismo eje en órbitas cada vez más próximas y cuyo destino era colisionar en algún punto del espacio y el tiempo.
De nuevo pensaba en él, era como otra de sus enfermedades, de la que en realidad no deseaba curarse. Se puede enfermar de recuerdos, y ella enfermó con el de aquella tarde en el coche frente al parque, cuando le tapó con un beso la visión de aquel horror.
↪️Ratoncita😻
Pues parece un muy buen libro. Como tu, a mi no me gustaban mucho las matemáticas, aunque, si me las explicaban bien las entendía. Me gustaría mucho volver a comprender esta materia como antes... Así que, sin duda se va a mi lista de pendientes.
ResponderEliminarTienes un blog precioso, me chifla la presentación, así que me quedo por aquí
Nos leemos!
Gracias 😍, me alegro de que te guste! Un saludo!
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